En el marco de la Cumbre COP25 que se llevará a cabo este año en Chile, insistimos en la importancia de los árboles para detener los problemas que el cambio climático está produciendo en el planeta, y muy especialmente en nuestro país, en el que la desertificación aumenta rápidamente, el agua se está acabando, los ciclos de lluvia han disminuido, y en zonas que antes fueron frondosos bosques hoy el paisaje es un desolador y polvoriento desierto.

Es por ello que nuestras ciudades, dado el aumento del cemento en suelos y edificios, requieren de una normativa con especial énfasis en la protección del arbolado urbano y su correcta manutención y cuidado. El cambio cultural que esto involucra es parte fundamental para reconocer la utilidad de los árboles para el medio ambiente por los atributos positivos que aportan, como lo son la sombra, la captura de CO2 y entrega de oxígeno a la atmósfera, la humedad que ellos expelen, la absorción acústica y el placer estético de mirar estos seres vivos que nos acompañan, silenciosos pero activos, toda la vida.

El proyecto de ley de arbolado urbano que impulsa el Ministerio de Agricultura, como coordinador de varios organismos y ministerios, es la mejor noticia para nuestras ciudades, barrios y calles. En él están los principios que en todas las ciudades del mundo se aplican para la protección y conservación de los árboles que tanto beneficio nos entregan y que maltratamos sin piedad, sin darnos cuenta del daño que les hacemos. Por ello, reconocemos el inmenso valor educativo y cultural que el texto del proyecto propone para aprender a almacenar y atesorar en el alma de los ciudadanos el amor por los árboles y sus beneficios, que son un tesoro invaluable.

Entregamos nuestro apoyo y ofrecemos nuestra colaboración a esta nueva ley que será sin duda alguna una buena noticia para las ciudades chilenas que tanto necesitan los árboles en sus espacios públicos, parques y calles.