Señor Director:

Nuestras autoridades se han esforzado en hacernos invisibles para el resto del mundo. En efecto, cuando nuestro país suspendió la construcción del Pabellón de Chile en Expo Dubái 2020, con el magnífico proyecto de Smiljian Radic, Cecilia Puga y Paula Velasco, ganado por concurso público, comenzó a establecerse un velo que hoy se ha transformado en un grueso blackout para hacernos desaparecer del mapa de las exposiciones internacionales.

Luego vino el inexplicable rechazo a la invitación de la feria del Libro de Frankfurt como invitado de honor. Hubo un intento de parte del gobierno de revertir el error, pero los alemanes no estaban para dimisiones con elástico.

Al poco tiempo preguntamos por qué Chile no figuraba en la lista de países participantes de la Expo Osaka 2025. Aún no tenemos respuesta ni reacción del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Hace unos días nos enteramos de la pobre o nula representación del país en la feria de turismo internacional en Francia con un estand ínfimo y penoso. Ahora nos informan que la mala gestión hace que un equipo concursante para ir a la Bienal de Arte de Venecia se retire por cambios no anunciados y una mala organización.

Conclusión: seremos cada vez más invisibles en cuanto a arte y cultura para el resto del mundo si no cambiamos este enfoque localista y provinciano que nos mantiene aislados y ocultos.