Pedimos a destacados arquitectos nacionales que escogieran obras contemporáneas que justificarían armar maletas para ir a verlas en directo ahora ya. De edificios universitarios a museos, de Brasil a Suecia, creadas por nombres famosos y premios Pritzker, estos fueron los elegidos.
Viaducto de Millau, Aveyron: Las alturas de Francia
«Si uno disfruta con la arquitectura de gran escala, de esa que mejora el paisaje en vez de destruirlo, debería visitar el viaducto de Millau», dice el Premio Nacional de Arquitectura Germán del Sol. Ubicado en Aveyron, en el sur de Francia, es un puente colgante de 343 metros de altura y 2.460 de longitud, con siete pilares de hormigón que atraviesan el río Tarn, «haciendo una gran curva sobre el valle sin achicarse ni destruirlo», dice. Inaugurado en 2004, es el más alto del mundo. Las obras de su autor, el arquitecto inglés Norman Foster (Pritzker 1999; fosterandpartners.com), «no solo son frutos de la técnica más avanzada, sino que -y sobre todo- de una antigua grandeza, de hacer las obras bien hechas por el placer cultural de hacerlas», agrega el experto.
Qué hacer: Del Sol recomienda después ir a Albi, pueblo medieval que tiene deliciosos panes y quesos.
Dónde: El viaducto está en el departamento de Aveyron, en el sur de Francia. Es parte de la autopista A75, que conecta París con Béziers.
Centro de Estudiantes Dípoli de la Universidad Aalto, Espoo: El toque natural finlandés
Para Germán del Sol, el edificio moderno más «suelto y valiente» que conoce es este centro de estudiantes en Espoo (la segunda ciudad más grande de Finlandia), especial para los que disfrutan con «la arquitectura más liberada del cubo clásico». Edificado entre 1961 y 1966 por los arquitectos Raili y Reima Pietilä, está construido exclusivamente con materiales de la naturaleza de Finlandia, como pino, cobre y rocas. «Todo el lugar vive con gracia bajo una losa doblemente curvada de hormigón a la vista, iluminado con tragaluces repartidos como estrellas y abierto a través de una sucesión de ventanas que muestran a tajos el bosque de pinos que lo rodea. El bosque es algo más allá del interior, que uno desea y que está ahí esperando», dice el Premio Nacional. Actualmente está siendo renovado y abrirá en 2017.
Qué hacer: Dípoli es de la Universidad Aalto, en donde hay muchos edificios de ladrillo rosado del arquitecto finlandés Alvar Aalto que se pueden visitar, además de centros de investigación tecnológica de punta.
Dónde: Está en el campus Otaniemi, en Espoo, a media hora de Helsinki (Aalto.fi).
Palácio do Planalto, Brasilia: El poder brasileño
En la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia está el Palácio do Planalto, sede del poder ejecutivo, uno de los edificios más emblemáticos y antiguos de la ciudad (fue construido en 1958) y es, según el arquitecto Felipe Assadi, «una de las composiciones más ricas en la arquitectura de Oscar Niemeyer». El Decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Finis Terrae dice que este edificio fue una guía arquitectónica para varias de las construcciones que desarrollaría Niemeyer (Pritzker 1988) en Brasilia, como el Palácio da Alvorada y el Palácio Itamaraty. «El edificio se desarrolla dentro de un gran paralelepípedo vidriado suspendido por una sucesión de exoestructuras que a su vez sostienen la gran cubierta que termina por configurar una suerte de esqueleto sobre un espejo de agua», explica el arquitecto.
Qué hacer: Assadi recomienda un recorrido en la tarde-noche en auto, ya que ese sector es poco caminable y los edificios están muy bien iluminados.
Dónde: El palacio (Planalto.gov.br) está en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia, junto a la sede de los otros dos poderes públicos.
Pinacoteca del Estado de Sao Paulo: Un palacio reestructurado
La Pinacoteca de Sao Paulo es uno de los museos de arte más importantes de Brasil. Su edificio original, de estilo monumental, fue inaugurado en 1900, pero casi un siglo después -en 1993- fue reformado por Paulo Mendes da Rocha (Pritzker 2006). «Sin grandes alardes, reestructuró el interior del palacio agregando circulaciones aéreas entre los patios del edificio mediante unas pasarelas metálicas que parecieran no tocar la edificación existente», dice el arquitecto Felipe Assadi. El cambio fue para posibilitar la exhibición de obras de gran formato. «Recuerdo hace uno o dos años haber visto los impresionantes gigantismos de Ron Mueck desde varios ángulos en estos impecables recintos diseñados por Mendes da Rocha», agrega el experto.
Qué hacer: Assadi recomienda ir en las mañanas, ya que en las tardes aparecen buses de colegios con decenas de estudiantes y las filas son largas.
Dónde: La Pinacoteca (Pinacoteca.org.br) está en el Jardim da Luz de Sao Paulo, en la Avenida Tiradentes.
Casa Malaparte, Capri: Al filo del Mediterráneo
En Capri es posible tomar un sendero o hacer un paseo en bote para ver una casa icónica de la isla: Casa Malaparte. «Es una casa fantástica en un escenario absolutamente increíble. Yo he ido a verla dos veces, por mar y por tierra», dice Jorge Figueroa, fundador y director de la Asociación de Oficinas de Arquitectos. Es una casa privada en un acantilado que perteneció al escritor comunista Curzio Malaparte. «Desde Punta Tragara hay que caminar una media hora por un sendero precioso. Desde arriba hay que bajar miles de escalones y es muy difícil que te dejen entrar. Solo conozco a una persona que ha entrado, que fue nadando y al que, por llegar a nado, lo dejaron subir», dice el arquitecto. Sobre su autor hay una disputa: si bien la familia dice que fue el propio Malaparte quien la construyó a fines de los años treinta, los registros aún se la atribuyen a Adalberto Libera, arquitecto italiano racionalista.
Qué hacer: Un buen dato en el camino es el Hotel Punta Tragara (HotelTragara.com), con buen bar y mejor comida.
Dónde: La casa se encuentra en el lado este de la isla de Capri, a media hora a pie de Punta Tragara.
Villa San Michele, Florencia: El hotel de Miguel Ángel
En Fiesole, una de las colinas que rodean a Florencia, hay un convento diseñado por Miguel Ángel, del siglo XV, hoy transformado en el hotel Belmond Villa San Michele. «Es un hotel al que voy a tomar un trago cada vez que voy a Florencia. Hay una galería exterior aporticada maravillosa, con jardines estilo italiano, donde te sientas, tomas un trago, te sientes un príncipe», dice el arquitecto Jorge Figueroa. Desde el lugar se tiene una gran vista de Florencia, donde destaca la cúpula de Brunelleschi. Figueroa recuerda: «Yo estaba en la universidad cuando salió en la portada de la revista Architectural Record, en los años 80. No es un lugar al que la gente va en general, ya que no es fácil de llegar. Se come muy bien, se toma muy bien y estás en un edificio diseñado por Miguel Ángel. ¡Qué placer más grande!».
Qué hacer: En este hotel tiene una vista distinta de Florencia mientras toma o come algo.
Dónde: El hotel Belmond Villa San Michele está en Fiesole, a diez kilómetros del aeropuerto de Florencia (Belmond.com/es/villa-san-michele-florence).
Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA): El silencio del edificio
Las obras de Richard Meier (Pritzker 1984; RichardMeier.com) pueden ser difíciles de encontrar, explica Osvaldo Fuenzalida, ex presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA). Pero este es uno de los edificios más urbanos que le conoce, en el casco antiguo de Barcelona. «Los museos a veces son un poco herméticos, pero este no lo es. Una de las cosas que mejor maneja Meier son las circulaciones y entender el museo como un recorrido. Él lo hace muy bien, es bien impresionante porque es muy dinámico por dentro», dice el experto. El edificio «es una gran escultura por fuera, muy volumétrica, muy limpia, pero por dentro calla, es blanco, muy limpio, muy elegante, y deja que sean las obras de arte las que hablen», dice el arquitecto. Inaugurado en 1995, está en una plaza de piedra gris contra la cual destaca.
Qué hacer: A pocas cuadras, una recomendación de Fuenzalida es L’Àmfora, un relajado restaurante de comida mediterránea.
Dónde: El museo está en la Plaça dels Ángels, en el barrio El Raval de Barcelona (Macba.cat).
Facultad de Historia de la Universidad de Cambridge: Un libro abierto
En un campus de edificios antiguos y oscuros, una construcción contemporánea destaca en la Universidad de Cambridge, diseñada en 1968 por el arquitecto británico James Stirling (Pritzker 1981). «Aquí le permitieron a Stirling hacer un edificio distinto -dice el arquitecto Osvaldo Fuenzalida-. En Inglaterra, donde se valoran la luz y el sol, este hombre hizo una cosa notable: un edificio que es como un libro de tapa dura abierto de par en par a 90 grados, y en el centro, en lugar de páginas hay cristales, que es donde están los libreros y con un techo que va ascendiendo limpiamente».
Un edificio que rompe con el entorno y que resulta más acogedor que los del resto de la ciudad. «Es un techo doble de cristal opaco que deja entrar la luz y es maravilloso para sentarse a leer y estar junto a los libros que son parte de la colección de Cambridge», agrega el arquitecto.
Qué hacer: Al frente de la facultad hay una buena cafetería donde se puede comer unos ricos muffins ingleses.
Dónde: La Facultad de Historia está a 30 minutos caminando de la estación de trenes (www.Hist.cam.ac.uk).
Edificio Este de la Galería Nacional de Arte, Washington: Herencia chino-americana
I.M. Pei (Pritzker 1983) es un arquitecto chino-americano que hizo esta ala de la Galería Nacional de Arte en 1978. «Es un edificio precioso, de volúmenes muy puros y limpios. En general toda su arquitectura era muy simétrica y elegante», dice el arquitecto Osvaldo Fuenzalida. Pei tiene notables edificios en Estados Unidos, como el de la Fundación Kennedy, además de la Pirámide del Louvre. Afuera destacan tragaluces que iluminan las salas que están en el piso inferior. «Esta es una obra contemporánea que tiene una importante colección de pinturas y artes decorativas», dice el experto. Luego de tres años de renovación, el edificio abrirá en septiembre.
Qué hacer: Al otro lado de la calle 7 hay un jardín de esculturas que vale la pena visitar. En torno a la galería hay muchos restaurantes. Fuenzalida recomienda un italiano llamado Fiola.
Dónde: La galería está en el National Mall, la explanada que reúne los museos, memoriales y grandes monumentos de la ciudad (Nga.gov).
Mercado Agrícola de Montevideo: Un clásico renovado
Construido entre 1906 y 1912, el Mercado Agrícola de Montevideo (MAM) fue renovado y reinaugurado en 2013. Ahora es un punto de encuentro y entretención en la capital uruguaya. «Es un edificio de fierro espectacular. Lo que se hizo fue reconvertir este clásico mercado venido a menos, y darle vida», dice el arquitecto Edward Rojas, director del Museo de Arte Moderno de Chiloé. Le cambiaron maderas, cubiertas y pinturas y mezclaron pisos de adoquines con otros más modernos, «y esto lo ordenaron con una mirada contemporánea y gourmet», agrega el arquitecto. «Hay un conjunto de cocinerías renovadas donde se come exquisito. Es como unir lo más antiguo con lo más contemporáneo, no solo en el espacio y arquitectura, sino que también en los conceptos de poner en valor productos gastronómicos», dice Rojas.
Qué hacer: Hay que aprovechar de comprar quesos, frutas, verduras, semillas, aceites y vinos, y probar los sabores de las carnes y embutidos de Uruguay.
Dónde: El MAM (mam.com.uy) está en el barrio Goes, a pocos metros del Palacio Legislativo.
Museo de Arte Contemporáneo de Niterói: El continente y el contenido
Una de las últimas obras de Oscar Niemeyer fue este museo en Niterói, la ciudad que está al frente de Río de Janeiro. «Es como un platillo volador o un caracol blanco, en una puntilla frente al mar. De él sale una rampa roja, una especie de lengua que recibe a los visitantes. Por el borde tiene ventanas que miran el paisaje (el mar), y en el interior, en los muros, está la colección del museo», dice Edward Rojas. Inaugurado en 1996, se eligió esta ubicación para darle una nueva cara al sector, muy degradado. Desde ahí hay una buena panorámica al Pan de Azúcar y Corcovado. «Me llamó la atención la forma en que te recoge, con esta lengua roja que te toma y te conduce al interior. El edificio te va mostrando el paisaje y la obra en un doble juego que es muy bonito», dice el arquitecto.
Qué hacer: Bajar por la rampa al subterráneo para llegar a un restaurante con una increíble vista.
Dónde: El MAC (macniteroi.com.br) está en el Mirador de Boa Viagem, en Niterói.
Instituto Salk, San Diego: Laboratorio californiano
Para Gonzalo Mardones, Miembro de Honor del American Institute of Architects, un imperdible es el Instituto Salk del reconocido arquitecto Louis Kahn, realizado en los sesenta. «Es probablemente el edificio más poético y emocionante del mundo», dice. «La visita a este complejo es una verdadera clase maestra de arquitectura». Está conformado por dos edificios de hormigón visto que se miran en un acantilado de la costa en La Jolla, San Diego, California, y que albergan un complejo de laboratorios. «La plaza central es absolutamente dura, de mármol travertino a la manera de una gran explanada que desaparece en el mar. En el eje de simetría de esta gran plaza y al centro entre los dos edificios se desarrolla un pequeño, aunque larguísimo, canal de agua que ayuda a romper la dureza de esta explanada. Este canal remata en una gran piscina enterrada en la cual se funde con el mar», señala el experto.
Qué hacer: La Jolla es un área con buenas playas y varios centros educacionales, como la Universidad de California. Un buen lugar para dormir y comer es Del Mar, una pequeña ciudad a 15 minutos de La Jolla.
Dónde: El instituto (Salk.edu) está en La Jolla, un barrio de San Diego, a 25 kilómetros del centro.
Neue Nationalgalerie, Berlín: Menos es más
Junto a Potsdamer Platz en Berlín está la Galería Nacional de Arte, la última obra que hizo el arquitecto alemán Ludwig Mies Van der Rohe, en 1968. Para el arquitecto Gonzalo Mardones, este es uno de los edificios más emblemáticos del mundo contemporáneo: «Representa la más refinada y representativa búsqueda de la elegancia y austeridad mediante una simplicidad conceptual y constructiva que nos habla de las más famosa frase de Mies: ‘Menos es más»‘, dice.
Desde el año pasado está siendo remodelado en una modernización que durará cuatro años.
Qué hacer: La galería es parte del Kulturforum, un conjunto de edificios culturales como el de la Filarmónica, que se pueden visitar.
Dónde: En Potsdamer Platz (Smb.museum/en/museums-institutions/neue-nationalgalerie/home.html).
Biblioteca Pública de Estocolmo: Un cilindro de libros
Dentro de la geografía natural de Estocolmo -lleno de lagos y lomas- se encuentra la obra de Erik Gunnar Asplund, construida entre 1924 y 1928 en una colina con espejos de agua y esculturas. «El volumen está conformado por un cubo que envuelve un cilindro central de mayor altura donde el color terracota contribuye a dar identidad y calidez a la geometría sencilla y comprensible», dice Pilar Urrejola, presidenta del Colegio de Arquitectos. Urrejola destaca la sala principal: «Desde una atmósfera en penumbra se toma la escalera que lleva al interior del espacio cilíndrico central de tres pisos, coronado por la luz natural de las ventanas superiores y aumentadas por el cielo rugoso blanco, desde donde cuelga una enorme lámpara central como un gran foco que pone en valor los muros perimetrales de las estanterías de madera cubiertas por millones de libros», dice.
Qué hacer: Hay senderos que recorren el parque de la biblioteca, diseñado por el mismo arquitecto.
Dónde: El edificio está en el distrito de Vasastan, pleno centro de la ciudad de Estocolmo (Biblioteket.Stockholm.se).
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