Reconociendo su paso como director de la Asociación de Oficinas de Arquitectos y la relevancia del proceso de fortalecimiento institucional del que formó parte en aquel periodo, el arquitecto Pablo Jordán se presenta como candidato para volver a formar parte del selecto grupo, con una propuesta que hace énfasis, entre otros aspectos, en acrecentar la valoración de AOA como referente obligado en los temas de arquitectura y ciudad.
Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica, máster en Ciencias de la Arquitectura del Massachusetts Institute of Technology y especialista en Planificación Urbana, Diseño Ambiental y Vivienda Social, Pablo Jordán ha trabajado en las SECPLAC de la Municipalidad de La Pintana y de Santiago, mientras que también se ha desempeñado como docente, conferencista, asesor e investigador, siendo consultor y funcionario Internacional en Cepal. Además es es socio y gerente de consultorías de la oficina URBE.
En esta entrevista ahonda sobre sus motivaciones para volver al directorio y los desafíos que se plantea de cara a un nuevo periodo, tanto para el gremio como para su inserción en un país que está en proceso de cambio.
¿Hace cuánto decidiste asociarte a la AOA y por qué? ¿Qué valor le ves a pertenecer a esta organización?
Nuestra oficina, URBE Arquitectos, ha formado parte de la AOA desde los primeros años de la Asociación. A partir de su concepción moderna y profesional nos atrajo como espacio de contacto, reflexión e integración gremial, enfocada en el fortalecimiento de la presencia y rol de nuestra profesión en el país. La novedosa oportunidad de contar con un foro técnico, profesional, era y sigue siendo una importante pieza de nuestra actividad.
La arquitectura nacional ha tenido en los veinte años de vida de la AOA, probablemente uno de sus periodos más expansivos, no solo en tipos y volumen de obras, sino también con desarrollo y calidad reconocida hoy internacionalmente. En este escenario, una organización que promueva e impulse este progreso parecía necesaria y oportuna. También, la visión de la importancia de la integración en el ejercicio profesional de las dimensiones urbana y arquitectónica probó ser anticipatoria de los cambios que han ocurrido en políticas públicas de desarrollo urbano y social.
¿Por qué decidiste dar un paso más activo en la organización y repostularte al directorio?
Mi pasada experiencia en el directorio de la AOA, fue tremendamente gratificante. En lo personal me reencontré e hice amigos, pero sobretodo, nos tocó un periodo de gran consolidación institucional. Preparamos un plan estratégico quinquenal, se reforzó y desarrolló la estructura de comités de trabajo por temas y se fortaleció la presencia de nuestra Asociación en la preparación y desarrollo de concursos.
Avanzamos también decididamente en la presencia de AOA en los medios, haciendo de nuestra organización un referente de opinión, otorgándole visibilidad y potencia a los proyectos y propuestas frente a la comunidad y el sector público. Realizamos publicaciones… La lista es larga y da cuenta de la vitalidad y expansión de la AOA y eso me enorgullece.
La calidad del equipo humano y profesional, la generosidad de quienes integran la organización, y la visión compartida de intereses y rol de la ocupación, hacen que el llamado a seguir participando en las diversas actividades de la Asociación sea fuerte. Formar parte del directorio nuevamente fortalece este sentimiento y rol. Creo asimismo que lo que traemos como especialidad a la mesa directiva puede resultar de importancia en los desafíos que se avecinan en nuestro medio.
Ya tuviste experiencia como director de la asociación: ¿Cuáles creen que serán los principales desafíos en un nuevo periodo, donde el contexto ha cambiado tanto, tanto para el país como para el sector? ¿Cuán importante crees que los procesos iniciados en ese periodo sigan teniendo continuidad?
La continuidad y evolución son parte principal de la vitalidad de cualquier organización. En el caso de AOA, se ha acumulado un enorme capital cultural, de redes, de información, de presencia gremial y social, de influencia positiva, incluso diría de representación. Veinte años de constante expansión y desarrollo prueban lo que señalo. Por ello, es estratégica y funcionalmente clave que los procesos iniciados en el marco de nuestro plan estratégico continúen su marcha. Como toda organización se requiere asimismo el relevo y refuerzo de sus encargados. La renovación parcial de la mesa directiva garantiza esto.
La tarea de este nuevo periodo, para el directorio, más allá de la continuidad, es el de la incorporación y presencia de la AOA, en cuanto organización intermedia, en los procesos de cambio y ajuste institucionales, legales y operativos que se avecinan.
Es así, por ejemplo, que la AOA forma parte ya de grupos de trabajo sectoriales abocados a la preparación de propuestas en torno a la nueva Constitución. Los cambios sociales y políticos que se instalan hoy en el país impactan sobre nuestro ejercicio profesional en cuanto al enfoque, procesos y obras en planificación urbana y territorial, urbanismo, equipamiento, servicios y vivienda: integración social, urbanismo de usos mixtos, sustentabilidad, gestión local, participación ciudadana son algunas de estas dimensiones.
En tu propuesta mencionas el trabajo realizado para fortalecer procesos de gestión urbana, descentralización, planificación y diseño urbano y la necesidad de seguir en ese camino ¿Cómo esperas desarrollarlo?
La AOA, en cuanto organización gremial y profesional ha venido avanzando -como aspecto de su expansión- en la colaboración directa con municipios y alcaldes en la formulación de propuestas y proyectos de desarrollo local.
En el nuevo escenario que se avecina, de gobernadores regionales y – esperamos- de mayor y mejor descentralización, el rol de los municipios y gobiernos regionales debiera aumentar, en cuanto a la asignación de recursos, formulación de proyectos de desarrollo local, y sobretodo visión y gestión del desarrollo urbano. Cambios recientes en nuestra legislación así lo anuncian. En el trabajo directo con municipios y gobiernos locales -que es parte principal de mi ejercicio profesional- es donde se articulan y resuelven las interrogantes sobre cómo transformar las ideas en proyectos y obras. Aquí los arquitectos y planificadores tenemos mucho que aportar. Los productos y bienes públicos que genera la acción de los gobiernos locales son fundamentales en dar respuesta a las demandas sociales de mejor calidad de vida.
La ciudad es así un instrumento de desarrollo social, a la vez que un producto de la acción colectiva. Lo público es el gran desafío. Proyectos específicos, concursos, foros, representación de necesidades y oportunidades, con trabajo multidisciplinario, son espacios para ello.
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