Sr. Director:

Italo Calvino, en Las Ciudades Invisibles, señala: “El infierno de los vivos no es algo por venir; existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos.” A esta realidad nos enfrentamos: cada día aumenta el riesgo de aceptar el deterioro urbano, la inseguridad y las mafias de comercio ambulante como parte de la normalidad, sin reconocer el profundo daño que esto genera en la convivencia y el abandono de nuestras áreas centrales.

Es imperativo que el Estado, junto con las autoridades locales recientemente electas, con real voluntad política, implementen acciones conjuntas y radicales para recuperar la experiencia positiva de habitar estos espacios clave. Solo así se podrá incentivar el regreso de la inversión privada y devolver a estos lugares su capacidad de generar pertenencia e impulsar el bienestar colectivo.

No podemos permitir que los centros urbanos se sigan convirtiendo en “el infierno que habitamos.”