Punto de Vista: La importancia de avanzar hacia una Ley de Fomento de la Arquitectura
Por Cristóbal Molina Baeza
Coordinador del Área de Arquitectura
Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio
La crisis social y la emergencia sanitaria han agudizado la vulnerabilidad de nuestras ciudades y territorios. Se han complejizado aún más las problemáticas urbanas, se han deteriorado progresivamente los espacios públicos y el patrimonio material, y ha aumentado la informalidad y los campamentos, y, en consecuencia, se ha incrementado el déficit habitacional a niveles críticos, tensionando las relaciones sociales.
Estas problemáticas se presentan hoy como desafíos trascendentales para cohesionar nuestra vida comunitaria, y como espacios fértiles para incrementar la contribución social y cultural de la arquitectura como una manifestación de las culturas y las artes.
Ante los cambios y transformaciones que se avecinan y los inconmensurables desafíos que se presentan, cabe preguntarse ¿por qué sería tan importante y significativo contar con una Ley de Fomento de la Arquitectura?, como un instrumento legal orientado íntegramente al desarrollo de su quehacer cultural.
Ella crearía legalmente una nueva estructura institucional para el fomento y la promoción de la arquitectura al interior del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, con el potencial de influir positivamente en el quehacer propio de esa cartera, y en forma indirecta y en coordinación, con otros ámbitos de la labor del Estado, contribuyendo a la búsqueda de mejoras en la calidad de vida de las personas. También podría impulsar un crecimiento exponencial en los mecanismos de apoyo y financiamiento, favoreciendo la re-activación de iniciativas y proyectos, y a entregar dinamismo a este sector cultural en sus ámbitos profesional, académico o gremial, y así como de sus organizaciones culturales comunitarias a lo largo del país. También podría delinear nuevas funciones para la divulgación de la arquitectura, dando un rango y tratamiento distintos a iniciativas diversas orientadas a incrementar su valor social y cultural. Es una oportunidad, además, para promover la excelencia en el ejercicio profesional de la arquitectura en un sentido amplio, impulsando la difusión de su conocimiento, incluyendo mayores oportunidades y recursos para impulsar encuentros, debates, exposiciones, muestras, bienales, investigaciones y publicaciones, y a través de la divulgación cualificada de ese saber, dotar a la ciudadanía de una mayor conciencia acerca de valores y derechos en torno a la construcción y cuidado de ciudades y territorios, y al patrimonio cultural en todas sus facetas.
Asimismo, esta iniciativa legal puede ser capaz de influir con fuerza en la calidad de la arquitectura pública, la planificación urbana, los espacios públicos o la vivienda social, impulsando nuevos mecanismos e instrumentos de concursos de arquitectura que aseguren procesos abiertos y participativos, bien formulados, ágiles y conducentes a encontrar las mejores soluciones arquitectónicas a problemas variados y complejos, con el objetivo de fomentar la creatividad e innovación en el área, y promover buenas prácticas en torno a las iniciativas que intervienen nuestro entorno natural y construido.
*Las opiniones expresadas en la sección punto de vista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de la Asociación de Oficinas de Arquitectos.
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