Prats Pastpresident Asociación de Oficinas de Arquitectos, AOA
El Mercurio
Señor Director:
El 9 de diciembre de 1821, Bernardo O’Higgins inauguró el Cementerio General de Santiago. Antes de eso los difuntos eran enterrados junto a algunas iglesias y hospitales, los que estaban ya copados en esa época. Esta iniciativa tuvo su origen en motivos sanitarios y para democratizar la sepultura de aquellos que no eran católicos y que no tenían acceso a los sacros lugares.
El nuevo Cementerio General, así llamado desde su fundación, generó un importante patrimonio, con construcciones, mausoleos y arbolado que son ampliamente valorados por todos. Sin embargo, no hemos mantenido este patrimonio ni en sus construcciones ni en su magnífico arbolado. Algunos mausoleos y tumbas se deterioran y los árboles hoy mueren por falta de riego.
Este patrimonio de Santiago merece ser recuperado, como así sucede en muchas ciudades del mundo.
Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir
una red amplia de vínculos con la sociedad.