Es preocupante que el tema del monumento a don Manuel Baquedano, se circunscriba a que el Consejo de Monumentos autorice su traslado para evitar los ataques que lo han transformado en un fetiche para descargaren él la ira y malestar de algunos. Trasladarlo es una afrenta a la memoria de un héroe que habría preferido enfrentar a sus detractores de pie y no huir del frente de batalla.
Mover este monumento debe ser parte de un proyecto y no de una contingencia. El proyecto del Eje Providencia-Alameda que fue ganado por Concurso Público por la oficina Lyon Bosch + Martic arquitectos y Groundlab, era la oportunidad para realizar una acción como la que solicita hoy el Ejército de Chile. Moverlo ahora más se parecen la venta del sofá de don Otto que a una acción sensata y planificada respecto a nuestros monumentos y patrimonio.
Lo que realmente debería preocuparnos es lo que deben soportarlos vecinos de la plaza Italia que han visto vulnerado gravemente su derecho a vivir en paz, lo que hay que sacar de allí es la violencia y no otra cosa.
Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir
una red amplia de vínculos con la sociedad.