AOA cierra su participación en la XXII Bienal con la charla ¿Espacio Ciudadano Intercultural?

En la Instancia los profesionales analizaron ampliamente la situación de las ciudades y cómo en los últimos años han sido escenario de las demandas sociales de las comunidades que las habitan, cómo se han visto afectadas y de qué forma se podrían recuperar los espacios públicos.

Los especialistas coincidieron en que mejorar el estándar de los espacios públicos es un aporte para disminuir la brecha. En que hay que pensar cuidadosamente las ciudades, el transporte, sus áreas verdes, recreativas y culturales para brindar un acceso igualitario a ellas para que todos las puedan disfrutar.

“Tenemos un anhelo, un deseo y una necesidad de hacer ciudad para tener una mejor vida. Debemos actualizar la infraestructura, desarrollar espacios públicos de calidad que permitan las expresiones de la comunidad y que consideren también las nuevas tecnologías, el deseo de integración, de sofisticación, de incorporación de distintos grupos, de diversidad y distintos puntos de vista. La normatividad tradicional del espacio público está un poco obsoleta y Plaza Italia fue uno de los primeros lugares donde la demanda espacial se hizo visible. El anhelo es tener la infraestructura urbana necesaria para que las cosas puedan suceder, lo que demanda un poco más de sofisticación al entender lo que es el patrimonio, cómo construimos símbolos y señales que sean integradoras para una cohesión social”, aseveró Rodrigo Tisi.

Por su parte Alejandra Bosch enfatizó en que “debe existir una entidad que esté pensando los temas a largo plazo. Los espacios públicos en general y los paisajes toman tiempo. Esperamos que, en el caso del eje Alameda – Providencia, las obras que serán un aporte a la comunidad, se puedan ver construidos en un plazo no tan largo. La idea de largo plazo es fundamental para dar continuidad al concepto de ciudad más allá del gobierno de turno”.

Se planteó además que el desarrollo urbano debe considerar espacios públicos más integradores y diversos que representen a las comunidades que los habitan, que se sientan parte de él y que lograrlo es un desafío enorme en el cual todos los actores de la sociedad deben involucrarse.

Caroline Iribarne, en relación a los símbolos y monumentos enfatizó que “hoy las autoridades y comunidades están preocupadas por sus ciudades y eso se debe traducir en obras concretas. Hay mucha discusión y participación, y las comunidades están esperando que los proyectos se construyan y que se pueda avanzar sistemáticamente, cuidando el patrimonio y el espacio público. Los plazos no pueden seguir siendo indefinidos”

A modo de reflexión final, los participantes coincidieron en que abrir la conversación en torno a la infraestructura urbana, para definir los espacios de todos y hacerlos organizados, integradores y aptos para todo el público, es un gran avance.

La participación de AOA también consideró el diálogo “¿Ciudades incompletas?”, moderado por el director AOA, Alberto Texido, y donde participaron Pablo Jordán, presidente de AOA; Luis Eduardo Bresciani, director de Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica y Alberto Pizarro, director ejecutivo de la Corporación Municipal de Innovación y Desarrollo Económico y Social de Recoleta.