23 DE DICIEMBRE DE 2018

ARQUITECTURA EN MADERA

Por Mónica Álvarez de Oro

Directora AOA

El Mercurio.

Foto: Paisajismo Digital.

Para Vitruvio, la cabaña de madera fue el origen de toda la arquitectura. Efectivamente, el hombre primitivo buscó refugio en cavernas naturales, pero en su misma naturaleza nómade debió procurar protección de distintas maneras ante las diversas condiciones que encontraba en sus traslados. Así es como pasó de simplemente cobijarse bajo las ramas de un árbol a comenzar a moldear espacios con estos mismos materiales que permitirían agrupar a más personas en su interior, o descubrir aquellos que eran más frondosos para entregar sombra o más efectivos para proteger de la lluvia. Esa acción instintiva de protección es el punto de partida del uso de un material que hasta el día de hoy es uno de los más utilizados en la arquitectura.

La madera, en tanto, materia viva, única en la construcción, ha sido utilizada por esta misma característica y en un rol cargado de misticismo, en edificaciones religiosas en muchas culturas, sobre todo orientales. Sin embargo, más allá de estas condiciones, reúne un sinfín de características técnicas y objetivas difíciles de igualar por cualquier otro material. Es estructuralmente muy flexible, lo que permite soportar de muy buena manera las solicitaciones sísmicas, tan frecuentes en nuestro país; es un buen aislante térmico, fácil de trabajar y mantener, lo que la hace sencilla para prefabricar diferentes elementos optimizando tiempos, impactos en el terreno y solución a emergencias, también muy propias de nuestro país. Adicionalmente, tiene características decorativas que aportan calidez a la obra y a los espacios que conforma. Las diversas especies arbóreas permiten que solucione desde los requerimientos más económicos hasta la más lujosa de las terminaciones. Esta misma versatilidad la ha hecho desde siempre un material ineludible de la formación y práctica de los arquitectos.

Solución apropiada

Al pensar en construir en madera, a muchos se les viene a la mente la clásica cabaña de troncos, rústica, quizá, para algunos, una opción solo para ‘la segunda vivienda’. Sin embargo, la arquitectura y diseño actuales se inclinan por diseños más innovadores y tecnológicos que en atención a su facilidad de trabajo y montaje, se constituye como una solución muy apropiada para contextos geográficos complejos característicos de nuestro país. Por otra parte, con el paso del tiempo y alejándonos de modelos importados, la arquitectura en madera ha ido pasando de una elaboración excesiva en sus piezas y partes, a un diseño más honesto con la naturaleza y expresión propia del material, acercándose más a las líneas rectas y formas puras, destacando las bondades del material y resaltando su textura, color y calidez.

Chile hoy ya destaca entre importantes exponentes de la arquitectura de viviendas en madera junto con países escandinavos y el tradicional buen uso de este material en la arquitectura japonesa. Quizá las características similares a Chile de esos lugares, que tienen situaciones geográficas de insularidad y clima agresivo como las tienen muchos lugares del sur de nuestro país, hacen que se haya ido optando por diseños simples y minimalistas. Estos pueden obedecer, como se menciona, a razones climáticas o por factores más bien económicos y muchas veces por temas logísticos de construcción en situaciones geográficas complejas. Todos los motivos anteriores tienen como resultado una arquitectura simple y estructuralmente sincera, la que destaca y pone en valor la madera como un material que debiera ser más común en Chile.

Desarrollo tecnológico

En este sentido ya hay buenas noticias. Si bien la madera es un material natural, ha existido un gran desarrollo tecnológico tras el material primario lo que ha permitido proyectar con ella edificaciones de mayor altura o con soluciones estructurales más audaces. Sistemas constructivos como el de madera masiva (masstimber), madera contralaminada (CLT), microlaminado (LVL) y madera laminada han sido diseñados en el mundo para cubrir los nuevos requerimientos de diseño. En Chile, este desarrollo tecnológico ha sido promovido por el Centro de Innovación en Madera de la Universidad Católica en alianza con Corma y las universidades del BíoBío, de Chile y de Santiago, las que han aportado a la industria a través de la investigación y desarrollo. Optar por una vivienda de madera en el sur de Chile es optar por un material con una baja huella de carbono, nativo, permeable, biodegradable, reciclable, resistente, flexible, cálido, aislante térmico, durable, económico y fácil de trabajar y con amplias posibilidades de diseño.

La madera, en la medida de llevar planes sostenibles de explotación, es reciclable y renovable, sobre todo en un país como el nuestro donde existen 2,87 millones de hectáreas de plantaciones forestales y 13,6 de bosque nativo. En tal sentido, un país con este potencial podría definir perfectamente llevar adelante una política pública responsable que hiciera de la madera un material central de nuestra industria de la construcción, mediante la investigación e innovación, en escalas mucho mayores e innovadoras a los que hoy se utiliza.

Optar por una vivienda de madera en el sur de Chile es optar por un material con una baja huella de carbono.

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