Señor Director:

En su reciente columna, Camila Balbontín plantea la idea de la “captura” de plusvalía producidas por inversiones en infraestructura como nuevas líneas de metro en las grandes ciudades. ¿Por qué el Estado debiera capturar plusvalías y, sin embargo, no indemnizar por minusvalías provocadas a muchos familias vulnerables con la construcción de carreteras urbanas?

Los procesos de gentrificación causados por aumentos de contribuciones que se aplican a propiedades que existen cercanas a futuras estaciones de metro o corredores de transporte (estos tributos ya con una captura de plusvalías), son graves y, si bien la propiedad aumenta su valor, está puede ser el único ahorro familiar y no es justo que sea castigada por una eventual segunda captura plusvalías que solo existe al vender. Sería más justo que el comprador pague la plusvalía una vez que ya esté inscrita a su nombre. 

Por otro lado en el caso del Metro, éste debiera aprovechar los muchos terrenos que interviene y quedan inexplotados o baldíos sin aprovechar la plusvalía que el propio Metro genera. Por citar algunos ejemplos, las cocheras de la Línea 7 en Renca o los terrenos de Suecia esquina de Providencia y muchos otros, son evidente pérdida de plusvalías. 

Esto hay que estudiarlo cuidadosamente porque de otro modo nos equivocaremos conformándonos con “capturar” plusvalías en vez de crear proyectos de inversión y desarrollo.