Los cambios tecnológicos requieren de la implementación de un conjunto de acciones para su instalación, se trata de un tema de espacio y nuevas conductas que irán favoreciendo el uso de la movilidad eléctrica.
En todas las ciudades del país, y no solo en las grandes capitales regionales, la electromovilidad es una gran oportunidad para aprovechar de instalar un sistema de transporte público que resuelva problemas como la calidad del servicio, la frecuencia y recorridos, como también, una renovación de las redes viales a través de una buena planificación urbana.
Por otro lado, la electromovilidad es una de las soluciones para dejar de emitir gases dañinos para la salud y el medio ambiente, y permitirá reducir drásticamente la contaminación ambiental que es originada por el transporte a combustión.
Por ello, el primer desafío es cómo las baterías van tomando su lugar en una sociedad circular, “tal y como sucedió cuando pasamos del transporte de tracción animal a la tracción por combustión”, comenta Mauricio Ramírez Molina, socio fundador de 88 Limitada y miembro de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA).
“Un segundo desafío es ver cómo nuestras ciudades absorben esos cambios o cambian con ellos a través de la planificación, el diseño y la gestión urbana y territorial. Y no partimos de cero: el Metro, los tranvías y los trenes de cercanía o de largas distancias son ejemplos existentes de electromovilidad, que si bien tienen restricciones físicas a la vez posibilitan muchas cosas buenas a nivel de ciudad y territorio”, dice Ramírez.
Para el miembro de la AOA, en el caso de las cargas de baterías quien plantee una solución innovadora o un nuevo modelo para gestionar uso de espacio y tiempo será quien lidere el tema. “Pienso en situaciones como cargar la batería mientras hago trámites cortos o tengo una reunión en un café, sin excederme de mi tiempo de uso porque una aplicación me avisa en el smartphone”, dice Mauricio Ramírez.
Asimismo, se generará un cambio conductual ya que las personas tendrán más consciencia de los recorridos en base a la autonomía de los vehículos y a la disponibilidad de electrolineras, “y por ello pensaremos dos veces si vale la pena andar dando vueltas en el auto o si definitivamente nos conviene caminar o usar más un transporte público eléctrico, eficiente, por cierto”, dice Ramírez.
Construcción de ciudades sustentables
La relación entre el desarrollo de “ciudades verdes” se relaciona directamente con la incorporación de medios de transporte eléctricos. Un primer elemento es que con la electromovilidad deja de haber emisión de gases y disminuye notoriamente el ruido, lo que permitirá reducir drásticamente la contaminación ambiental que origina el transporte en las ciudades, haciéndolas más saludables y vivibles.
“Por otro lado, la electromovilidad nos permite pensar en instalar un sistema de transporte público que resuelve y estandariza temas pendientes como calidad del servicio, frecuencia y recorridos, los que junto con la actualización de nuestras redes viales y una buena planificación urbana (no solo en Santiago sino también en todo Chile) arma un círculo virtuoso, al menos en lo que movilidad sustentable e inclusiva se refiere. A excepción de Santiago, muchas de nuestras ciudades en regiones tienen tamaños aún abordables para que este vínculo entre electromovilidad, redes viales y planificación urbana resulte exitoso”, destaca Mauricio Ramírez.
Por su parte, Cristina Victoriano, jefa Línea Transporte de la AgenciaSE, sostiene que “dentro de los temas urgentes, que ya están siendo abordados, está el tema de la 10, porque si bien el crecimiento de la electro movilidad en el país ha sido rápido, todavía nos encontramos en una etapa incipiente del desarrollo de esta tecnología y estamos a tiempo de generar instalación de infraestructura que sea interoperable y que de esta manera mejore la experiencia de los actuales y futuros usuarios de la electromovilidad”.
Recuadro
“Pienso en situaciones como cargar la batería mientras hago trámites cortos o tengo una reunión en un café, sin excederme de mi tiempo de uso porque una aplicación me avisa en el smartphone”. Mauricio Ramírez, socio fundador de 88 Limitada y miembro de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA).
Por Germán Kreisel
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