El magnífico edificio que Correos de Chile construyó en los años 70 en calle Exposición está a la venta. Este proyecto, que durante medio siglo albergó las instalaciones de la empresa, ha dejado de cumplir sus funciones. Sin embargo, su fachada con estructura exógena de hormigón con diagonales a la vista y su planta libre son un fiel exponente del movimiento moderno chileno y que tuvo poca visibilidad, al contrario de otras obras, como la Planta Carozzi de Emilio Duhart, Christian De Groote y Luis Mitrovic, y el proyecto original del Ministerio del Trabajo, también de Duhart, ambos con fachada exoesqueleto de crucetas.
Consignado en Arqmodern por Pablo Altikes y Luis Fuentes, la obra del arquitecto Boris Guiñerman Waissbluth fue encargada a la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Este espléndido edificio debiera conservarse en manos del Estado y convertirse en un espacio de cultura, como lo expresa el exrector de la Universidad de Chile Víctor Pérez en su carta de ayer.
El patrimonio arquitectónico debemos protegerlo y esta es una ocasión que no podemos dejar pasar.
Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir
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