El alma de París
Por Yves Besançon
Past President AOA
La Segunda.
Foto: AFP.
Recordaremos el 15 de abril como el día en el que presenciamos la destrucción de parte de la más importante obra del gótico francés construida por los reyes de Francia en el siglo XII para honrar a la Patrona de París, María, en la recientemente fundada capital francesa en la Isla de la Cité. El lugar hoy está de luto como el resto del mundo cultural de Europa que siente esta tragedia que le ha desgarrado el alma.
Uno de los edificios más visitados del mundo, Notre Dame de París está relacionada con la historia de Francia por más de nueve siglos. Allí fue coronado Emperador Napoleón Bonaparte y fue allí también en donde se beatificó a Santa Juana de Arco.
El valor religioso de la catedral, que nos mostró por primera vez un nuevo Cristo más cercano y más humano hace novecientos años, es también un baluarte arquitectónico único que alberga una obra de arte, que es la catedral en sí misma, además de innumerables pinturas y esculturas, junto a los magníficos vitrales de sus tímpanos. Estos últimos, al parecer, se pudieron salvar del fuego, junto a la Corona de Espinas de Jesús y las demás obras de arte que pudieron guardarse.
Este será el comienzo de una nueva era para el edificio ubicado en el kilómetro cero de París y que, luego del incendio, será sometido a la evaluación de los expertos para iniciar su restauración en la que los ojos del mundo están fijos para volver a admirar este noble edificio que no morirá jamás.
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