8 DE DICIEMBRE DE 2019

Espacio público y significado

Por Pablo Jordán

Arquitecto AOA.

El Mercurio

Duele en estos días la sistemática destrucción y ataque a nuestros  bienes públicos urbanos, en particular de la infraestructura de  transportes y el espacio público. Los mismos bienes que, construidos por  todos, son además la expresión más clara de nuestra comunidad. En estos  días, en que se demandan cambios profundos en las formas de nuestra  convivencia, apuntando como ejes principales hacia la dignidad del  ciudadano, hacia una mayor equidad, integración y solidaridad entre  nosotros, no es comprensible la ausencia de un juicio crítico sobre la  destrucción de nuestras plazas, avenidas, calles, parques y monumentos,  los que no solo otorgan espacio, sino significado a nuestra sociedad.

Los espacios públicos emblemáticos lo son justamente porque en su  forma, diseño, nombre y monumentos han sido capaces de contener y de  representar elementos de significación social, sean estos históricos,  políticos, institucionales o memoriales. Son estos lugares públicos los  que dan identidad y significado a nuestras ciudades y a la sociedad. Los  que además de ofrecer espacios de reunión o recreación, de dar  estructura a la forma urbana, de permitir la circulación y comunicación  entre nosotros, resumen nuestros valores, reconocen a quienes se han  destacado, y actúan de memoria social y patrimonial.

En estos días hemos sido testigos de cómo nuestras ciudades, y casi  sin exclusión todos los espacios significantes de ellas, pierden estos  valores cívicos, los que son reemplazados por la única dimensión de  territorio de la confrontación social. De cómo el propio medio sobre el  cual se expresa la población es destruido. Al romperse los códigos de  significación y lectura de nuestras ciudades, sus habitantes quedan  desprovistos de raíces, de orientación y de su sentido de pertenencia.

La tarea de reconstrucción de esta red de conectores de nuestra  sociedad demanda no solo su reparación física. También, y con igual o  quizás mayor importancia, la valoración de su capacidad de contener  significado, y de este modo restaurar su valor simbólico. Su reparación  es también, conceptualmente, una oportunidad para la expresión social y  colectiva contemporáneas. Es innegable el potencial y rol de nuestros  espacios públicos de representar y significar, de ser instrumento urbano  de cultura, convivencia e integración social.

Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.