10 de abril de 2023

Espiral: “Vemos en AOA una plataforma de interacción y desarrollo para sus miembros integrantes”

Cumpliendo doce años, la oficina destaca por sus soluciones, su trato y las relaciones que construyen con los clientes y comunidades, y ahora, también, es parte de la AOA para aportar al gremio con su madurez desarrollada durante los últimos años.

Fundada en 2011, Espiral Arquitectos inicia sus actividades gracias a Hernán Duval, León Duval y Luis Felipe Venegas. Previo a eso, entre Luis Felipe y León, durante el tiempo en que estudiaban arquitectura aparte de intercambiar ideas e historias, fueron madurando la intención por crear una oficina en conjunto al titularse.

 

En su primera etapa, Espiral ocupó la casa de Bellavista que Hernán tenía y que había albergado su práctica profesional independiente desde los años noventa. El 2012, Hernán lamentablemente muere de cáncer a la piel, y, por un tiempo, la oficina la sostienen León y Luis Felipe, tiempo en que ganan la primera licitación pública, en conjunto con Iglesis Prat Arquitectos, y que impulsa la oficina.

 

En la actualidad se han dedicado al diseño de proyectos, tanto públicos como privados, sobre todo de edificios, donde incorporan propuestas de paisaje, planificación y espacio público, proyectos curatoriales y museográficos, e investigaciones aplicadas, definiéndose a sí mismos como diseñadores de arquitectura y espacios.

 

En esta entrevista, León Duval, uno de sus fundadores, explica los pilares que conforman a Espiral, su metodología de trabajo y el sello que caracteriza a la oficina.

 

¿Dónde adquirieron su principal experiencia?

 
En Espiral, la trayectoria y, también, la historia de todos quienes la componen hoy es variada y, especialmente, complementaria. La oficina está compuesta por los socios Luis Felipe Venegas, León Duval y Jorge Brady, además del arquitecto Manuel Godoy y la arquitecta Josefa Contreras. Igualmente, la oficina ha crecido y decrecido en estos 11 años, cuando hemos visto muchas personas que nos han acompañado de diferentes maneras, como colaboradores directos, practicantes, asociados y otros.
 

¿Cuáles fueron sus primeros proyectos?

Ilustre Municipalidad de Alto del Carmen
Casas Los Refugios

Nuestros primeros proyectos relevantes son la Ilustre Municipalidad de Alto del Carmen, que diseñamos asociados a Jorge Iglesis y su oficina de entonces; la renovación y ampliación de la 5ta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa; las Casas Los Refugios, en el Arrayán; y el restorán José Ramón, en el barrio Lastarria.

 

Todos, además, proyectos que nos gustan mucho y por diversas razones, como su complejidad programática, cultural, social, entre otras varias. En más, la oficina se ha especializado en proyectos de vivienda unifamiliar, municipalidades, colegios, clínicas dentales y en infraestructura bomberil, pero, creemos que nuestro gran plus es nuestra versatilidad y capacidad de adaptación a problemáticas derivadas del diseño de espacios en acuerdo con los requerimientos de los diferentes clientes que tenemos.

 

¿Cuál es su sello diferenciador? ¿Cuáles son sus principales áreas de trabajo y sus logros más relevantes y destacables?

 

Nuestro sello, sin duda, es el diseño aplicado y calibrado a la necesidad y envergadura del encargo. Siempre nos hemos reconocido como solucionadores de necesidades y problemáticas, también, como propiciadores de relaciones, no siempre evidentes, de acuerdo con cada cliente o encargo. Ya sea un encargo directo o un concurso. Por eso, nos interesa trabajar la eficiencia y la simplicidad dentro de lo que proyectamos, como una práctica situada y consciente del medio en el que operamos hasta ahora. Así, nos alegramos cuando nuestros proyectos producen satisfacción en nuestros clientes o en las comunidades donde trabajamos.

 

Nuestras principales áreas de trabajo, como bien decíamos anteriormente, son la vivienda, la infraestructura pública de mediana y pequeña escala y el equipamiento mediano y pequeño de salud. Esto, básicamente, por nuestra experiencia ya sea diseñando encargos privados o desarrollando propuestas para concursos y licitaciones, pero que en definitiva constituyen nuestro saber más destacable.

 

Nuestros logros son varios, y, en general, muy personales, lo primero, que sigamos trabajando como Espiral después de casi doce años. Eso de por sí es un logro, y así lo vemos. Luego, otros pequeños momentos, pero satisfactorios igualmente; el momento en que nos reconocieron en el cuartel de la 5° Compañía de Bomberos, por nuestra labor diseñando un proyecto bastante ambicioso de remodelación y ampliación a largo plazo; cuando fuimos finalistas de los Archmarathon Awards en 2017, por nuestro trabajo en la Ilustre Municipalidad de Alto del Carmen, y que, también, expusimos como proceso en la Bienal de Venecia 2016, en uno de los eventos colaterales; cuando participamos como oficina como tutores en el Workshop Internacional de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile 2017, donde Luis Felipe y León, también, oficiaron como codirectores del mismo workshop; y, finalmente, el poder haber trabajado en sociedad con oficinas destacables dentro del medio nacional, como Mas Fernández Arquitectura, Max Núñez Arquitectos Asociados e Iglesis Prat Arquitectos entre otras.

 
 

¿Cuál es la definición principal de su cultura de trabajo? ¿Cómo se relacionan con los clientes y cómo enfrentan los desafíos de sus requerimientos?

 

Nuestra cultura de trabajo se fundamenta en el trato horizontal, cercano y empático entre los que componemos la oficina, o entre los que estamos trabajando en conjunto, ya sea dentro o fuera de esta. Tratamos de crear y mantener un ambiente distendido y enfocado en la completitud de metas por sobre otras cosas. Por eso, nos importa cultivar una buena relación entre todo el equipo, evitando marcar distinciones jerárquicas, en lo posible.

 

Así, la relación con los clientes la manejamos directamente entre un socio y el equipo que trabajará en el encargo con el o los clientes. Cada socio se hace responsable de uno de los encargos y se convierte en la cara visible para el cliente, luego, internamente, se distribuye el trabajo de manera de cumplir con los objetivos e hitos establecidos de manera más transversal. En la relación misma con los clientes, hasta el momento trabajamos a partir de establecer relaciones directas e íntimas entre una de las caras de la oficina y ellos, se establecen reuniones y se procura abordar responsable y seriamente las diferentes inquietudes, anhelos e intereses que puedan surgir en el proceso de cada encargo, independiente del tamaño o peso que este tenga.

 

¿Por qué decidieron asociarse a AOA?

 

La idea de integrar la AOA ha rondado la oficina desde la época de su fundación, en especial, por la recomendación inicial de Hernán Duval, pero la decisión de concretarlo solamente pudimos hacerla efectiva varios años después, cuando ya sentíamos que habíamos logrado un estado de madurez suficiente, como oficina.

 

Vemos en la AOA una plataforma de interacción y desarrollo para los miembros integrantes, así como un sello de calidad para los que la integran y para lo que hacemos. Hoy, casi doce años después de nuestra fundación, creemos que parte de nuestra forma de aportar al gremio y el desarrollo construido de Chile es, también, a través de la participación de este tipo de plataformas e instancias y del desenvolvimiento dentro de otras maneras de desarrollar nuestro espacio profesional y la relación entre las diferentes instancias del mercado y el ejercicio profesional de la arquitectura.

 

¿Qué visión tiene la oficina de la realidad nacional, sus desafíos y principales oportunidades? ¿Qué debilidades detectan y cómo creen que deberían subsanarse?

 

La oficina, como colectivo, mantiene una visión esperanzadora de la realidad nacional, y nos vemos como agentes de cambio y actores dentro de ella. Igualmente, nosotros no creemos en la arquitectura como un agente heroico o épico, ni tampoco como el medio por el que cambiarán radicalmente las cosas que suceden en la sociedad chilena, sino que, como una parte dentro de una estructura y un sistema más complejo, y en el cual operamos. Por eso, creemos que somos agentes de cambio en cuanto a lo que podemos hacer, reconociendo las limitaciones de la profesión y el oficio, aunque sí tratamos de aportar a la comunidad con detalles y con pequeños esfuerzos que luego puedan reflejar cambios mayores.

 

Por lo mismo, Espiral lo entendemos también como una plataforma técnica y de desarrollo. Entre todos los que conformamos Espiral no compartimos las mismas ideas políticas ni el mismo discurso o visión socioespacial respecto de la sociedad y el presente chileno, pero, por lo mismo, por esa misma razón, estamos empecinados en que nuestro trabajo, desprejuiciado, puede ayudar o mejorar pequeñas situaciones, independiente de cuales o como sean y por insignificantes que estas parezcan. Nos parece que la diversidad de ideas es uno de los puntos fuertes que tenemos y que se materializa en las obras que hacemos.

 

Vemos en la sociedad chilena una oportunidad para mejorar lo que hay, creemos que el país está enfrentando cambios mayúsculos y está en un proceso importante de transformación social e introspectivo. Por lo mismo, estar presentes ahora, en la discusión, lo vemos como una oportunidad, una necesidad y una responsabilidad, y, en parte, es una de las razones porque nos incorporamos a la AOA.

 

Por otro lado, las debilidades que detectamos están en la falta de planificación y previsión a mediano y largo plazo, en la fragilidad y precariedad de las instituciones y sus maneras de implementación, con sus consecuentes impactos en la sociedad y el ambiente construido. Por lo mismo, y, como decíamos, una participación responsable, en este momento, es necesaria para que el país se desarrolle y la ciudad se democratice y actualice sus posibilidades para toda la población.

 
Equipo
 

León Duval, socio fundador, es arquitecto de la Universidad Finis Terrae, diplomado en Arquitectura Sustentable y en Construcción en Madera en la P. Universidad Católica de Chile, es Magíster en Estéticas Americanas del Instituto de Estética de la P. Universidad Católica de Chile y, también, Master of Science in Advanced Architectural Design en Columbia University (EE.UU.). Antes de confundar Espiral, trabajó en Boza Arquitectos. Paralelamente, ha sido profesor asistente en Barnard College (EE.UU.) y en Columbia GSAPP (EE.UU.), donde, también, trabajó como asistente de investigación de Andrés Jaque. Actualmente, hace clases en la Universidad Finis Terrae y en la Universidad N. Andrés Bello, dónde, además, es coordinador de prácticas y alumni. Además, el 2022, cofundó Colectivo de Palabreo, plataforma latinoamericana de investigación aplicada

 

Luis Felipe Venegas, socio fundador, es arquitecto de la Universidad de Chile, y, antes de cofundar Espiral, trabajó en Alemparte Morelli y, paralelamente, es profesor, hizo clases en la Universidad San Sebastián y, actualmente, lo hace en la Universidad Del Desarrollo

 

Jorge Brady, socio, es arquitecto de la Universidad de Chile y diplomado en Gestión y Evaluación de Proyectos en la Universidad de Chile, y, previo a incorporarse a Espiral, trabajó en Murtinho Raby y con Eduardo Berlín, además, Jorge, es bombero en la 5ta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

 

Manuel Godoy, colaborador, es arquitecto de la Universidad Del Desarrollo y diplomado en BIM en la P. Universidad Católica de Chile, y previo a integrar Espiral trabajó para BAU, Brearley architects + urbanism (AUS), también, ha sido ayudante en la Universidad Del Desarrollo.

 

Josefa Contreras, colaboradora, es arquitecta de la P. Universidad Católica de Valparaíso y diplomado en BIM en la P. Universidad Católica de Chile, y antes de integrar Espiral trabajó en Soto Arquitectos, actualmente, es ayudante de León en la Universidad Finis Terrae.

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