14 de noviembre de 2017
GUBBINS-POLIDURA, SEGUNDO LUGAR EN CONCURSO DEL NUEVO EDIFICIO MUNICIPAL DE PROVIDENCIA
La oficina Gubbins-Polidura se ha adjudicado el segundo lugar en el concurso de diseño del nuevo plan maestro de la municipalidad de Providencia (Santiago, Chile). El proyecto incluirá un edificio consistorial de 12.500 metros cuadrados donde se concentrarán 26 dependencias actualmente repartidas por toda la comuna.
El plan maestro del concurso —patrocinado y organizado por el Colegio de Arquitectos y la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA)— se ejecutará en el actual campus de la municipalidad, ubicado entre avenida Pedro de Valdivia y Marchant Pereira, detrás del histórico Palacio Falabella, declarado monumento nacional en 1998.
En palabras del director de concurso, Yves Besançon, el jurado «consideró que el partido general fue único y diferente a los demás proyectos. Se jugó por dos edificios barras atravesadas en el terreno creando varios espacios públicos de diferente valor como respaldo del edificio patrimonial. Al mismo tiempo puso en valor todo el ancho del terreno dejando el Palacio sin construcciones laterales destacando una gran presencia hacia Pedro de Valdivia».
Memoria oficial [extracto]: Los centros cívicos responden a diversos modelos urbanísticos y arquitectónicos, aunque en gran medida son el producto de su historia y su entorno. En general están concebidos como un conjunto de edificios funcionales y abiertos teniendo en consideración una diversidad de usos, ya que su programación y servicios son totalmente dependientes de las necesidades, características y peculiaridades de la comunidad ciudadana a la que pertenecen.
El diseño del centro cívico va acompañado por el diseño de un espacio público enfrente o a su alrededor, el cual se caracteriza por representar un conjunto de espacios, algunos construidos y otros no construidos, que denominamos específicamente barrio cívico.
Un lugar referente donde los vecinos tienen la posibilidad de encontrarse y socializar, en el curso de tramitaciones y a lo largo de eventos y reuniones que ahí deban efectuar, incluyendo las actividades educativas, culturales y sociales. El barrio y centro cívico será un lugar que aspira a ser una referencia comunal, barrial y vecinal, por lo cual los espacios públicos planteados son abiertos. Su tipología será la de plazas duras y verdes y parques de paseo, permitiendo el paso continuo de los vecinos y poniendo de manifiesto las señales culturales y sociales de la comuna, barrio y vecindario, de acuerdo a su funcionamiento, expresión y adaptación a la realidad de su entorno.
Se plantea la Municipalidad como institución pública vinculada al contexto de la ciudad, eliminando la condición de islas autónomas o independientes del tejido urbano físicamente. Mientras dos áreas claramente identificables constituyen los espacios públicos principales que dan identidad al barrio cívico:
Plaza consistorial: acceso público imponente con frente al edificio consistorial mediante la creación de una plaza o explanada delante del acceso principal al edificio, poniendo en valor la imagen institucional del centro cívico y a la vez del edificio.
Plaza Cívica: la plaza cívica se configura como el corazón del barrio cívico articulando todas las tensiones que ahí se identifican y cumpliendo el rol de conector de los recorridos provenientes del acceso principal, la plaza consistorial, el parque boulevard, y el acceso “verde” desde avenida Eliodoro Yáñez. La plaza cívica cuya dimensión permite desarrollar actos solemnes del municipio o actividades y celebraciones destinadas a la comunidad.
El Patrimonio
La comuna de Providencia se ha caracterizado en cuidar sus barrios a través de su patrimonio, que consiste principalmente en edificios, árboles y la escala “humana” que plantean sus edificios. Por lo tanto, la manera que hemos planteado para enfatizar y resaltar el Palacio Falabella, edificio patrimonial son el reflejo, la figura y fondo, y el reconocimiento de la escala del Palacio en los nuevos edificios.
No somos capaces de ver nuestras propias caras directamente, por eso los elementos reflectivos han sido indispensables en nuestro existir desde el principio de los tiempos: el agua, los cristales y los metales preciosos hasta llegar a un material perfectamente reflectante.
Por tanto, la revalorización del patrimonio cultural se refleja en esta nueva arquitectura mezclándose en ella, en lugar de competir en contra.
Un vidrio a contraluz intensifica el reflejo. Cualquier vidrio que esté colocado a la sombra, o a contraluz se transforma en un espejo. Al inclinar los cristales de la fachada, esos paños de vidrio dejan de recibir luz, quedan a contraluz, transformando a la fachada en un espejo, sin la obviedad y vulgaridad de un vidrio espejo. Esto permite, dependiendo de la posición del observador, que el reflejo del Palacio Falabella se mezcle con la transparencia de las nuevas oficinas, haciéndolo presente en todo momento.
Así como una joya se posa sobre un fondo oscuro, haciendo que la pieza se destaque, la idea que exista un “fondo” detrás del Palacio Falabella, hace que la figura de este se destaque. En este caso el edificio planteado, además de ofrecer el reflejo de la fachada del Palacio, ofrece la oportunidad de destacar el edificio patrimonial.
Potenciar el valor del edificio consistorial, tomando en cuenta sus dimensiones, ofrece la posibilidad de dar referencias de escala para los nuevos edificios. El reconocimiento del zócalo, reinterpretado como el soporte de las actividades públicas del nuevo edificio, junto al reconocimiento de la altura total del edifico patrimonial, son dos “datos” que ofrecen un correcto manejo de la escala humana deseable para el barrio cívico y el respeto por el patrimonio.
Sistemas constructivos
Se opta una solución estructural sólida y resistente que cumplirá con las normas antisísmicas correspondientes, los edificios se construirán en hormigón armado y en base a un sistema de pilares vigas y muros (constituyentes en el mayor de los casos en núcleos de circulaciones y de servicios), muros que absorberán los esfuerzos horizontales propios de los sismos.
Mientras la idea de transmitir solidez y transparencia institucional se hace imperativa hoy en día. Es por ello que la materialidad de los edificios buscan reinterpretar la solidez y expresión de masa que posee la actual Palacio consistorial, mediante el uso testeros y de lamas de piedra, en las fachadas que junto con regular el soleamiento, permiten apreciar en perspectiva como un volumen sólido, estable, y resistente.
Este recurso arquitectónico permite a su vez no perder su transparencia (requerimiento fundamental en iluminar adecuadamente las áreas de trabajo, que además ofrece esa condición simbólica de transparentar la gestión pública y continuidad.
Revisa la ficha técnica y más láminas, en la nota publicada por Plataforma Arquitectura aquí.
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