Hacia un nuevo Gobierno*
Por Mónica Álvarez de Oro y José Ramón Ugarte
Presidenta y Vicepresidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos .
En los últimos seis años, nos hemos visto enfrentados a un fuerte déficit incremental de vivienda, lo que se ha traducido entre otros, en el aumento de campamentos, hacinamiento, allegamiento y disminución en la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Debemos enfrentar este déficit habitacional con mucha mayor fuerza que los últimos gobiernos, los que no han podido, ni siquiera, evitar su aumento. Es necesario un nuevo “Plan Habitacional”, con una potencia similar a la que tuvo el último gran plan que originó el D.F.L. 2 en 1959.
La solución a estos problemas es, sin duda, una respuesta público privada, donde se incentive de manera clara, por parte del Estado, la construcción de vivienda económica y por parte de los privados, la ejecución de ellas, dándoles a su vez, solución transitoria a muchos campamentos y allegados. El Estado tiene los instrumentos para hacerlo en este momento, tiene ahora que tener la voluntad.
Éste es uno de los más graves problemas sociales, no solo de hoy, sino con consecuencias a futuro. Los niños en campamentos o en viviendas que por sí mismas o por su entorno no tienen condiciones mínimas no pueden seguir esperando.
Es necesario entender e integrar el concepto de movilidad en la vivienda, las familias a lo largo de sus vidas van requiriendo diferentes necesidades, por lo que deberían poder optar a diferentes tipos de viviendas, siempre dentro del barrio o lugar que más les acomode y en el que tienen redes de apoyo.
La solución habitacional va de la mano con infraestructura y transporte, debemos entenderla sistémicamente y no como una solución aislada. Equipamiento, áreas verdes y buen transporte público necesitan ir acompañando a la vivienda, donde es esperable tener estos servicios a distancias caminables, si no, conectadas con una red de transporte público eficiente. En materia de transporte, se deben integrar los sistemas con el urbanismo, ligar las decisiones de transporte en las ciudades con la conformación del espacio público y con los usos de suelo, ellos también forman parte del urbanismo y en Chile son tratados como temas separados, muchas veces generando más problemas que sinergias
Finalmente, debemos tener presente que existe un déficit importante en infraestructura urbana, especialmente en comunas y barrios de menores recursos en las grandes ciudades. Existen numerosas iniciativas con proyectos de infraestructura que no llegan a materializarse, por lo que debemos reforzar el sistema de concesiones, acortar sus tiempos para la materialización de proyectos e impulsar proyectos de infraestructura urbana a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
*Este documento se generó a partir de una solicitud de El Mercurio, que invitó a AOA y a otros actores del sector, a entregar su visión para elaborar una nota sobre las principales tareas en vivienda, infraestructura y transportes que deberá abordar el próximo Gobierno, la cual fue publicada el pasado 24 de noviembre.
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