En dos décadas, el IC se ha convertido en una institución señera, ejemplo de colaboración público-privada en nuestro país y modelo para el desarrollo de iniciativas más allá de nuestras fronteras.
Constituido como una mesa transversal que aborda proyectos e iniciativas sectoriales y de impacto país con el objetivo de mejorar la calidad, sustentabilidad y productividad del sector, el Instituto de la Construcción cumple dos décadas desde la realización de su Primera Asamblea General Ordinaria de Socios y proclamación de su primer Directorio.
Establecido como corporación sin fines de lucro, en su accionar está la articulación, de forma permanente, de los esfuerzos de los sectores públicos, privado y académico, con la concurrencia de los ministerios sectoriales, los gremios afines y el conocimiento de las aulas, junto a la industria de materiales y los profesionales y especialistas que integran el oficio de proyectar y edificar.
Son esta transversalidad y capacidad de convocatoria las que, durante su devenir, le han permitido recibir solicitudes y generar propuestas estratégicas para el sector. Algunos ejemplos de ello son la Propuesta de 2° Etapa de la Reglamentación Térmica; la Propuesta de Certificación Energética de Viviendas, en la 3° Etapa de la Reglamentación Térmica; las siete primeras Normas Técnicas Minvu (NTM) luego del terremoto de 2010, la Certificación Edificio Sustentable y el Proyecto Innova DOM en Línea, así como todos los anteproyectos y proyectos de Normas NCh que hemos desarrollado en estos años.
En tanto, y en virtud de una ley de la República, el IC tuvo la administración del Registro Nacional de Revisores de Proyecto de Cálculo Estructural, desde su creación y durante 12 años, hasta que en 2015 pasó a manos del Minvu.
Asimismo, particular importancia han tenido los avances logrados al alero del IC en materia de ingeniería estructural, sismo resistencia, geotecnia, y estructuras patrimoniales.
Junto al desarrollo normativo, ha sido de gran importancia el desarrollo de guías y manuales, que recogen las mejores prácticas y permiten perfeccionar la calidad de la construcción chilena.
Desafíos de política pública han encontrado también aquí un espacio adecuado de convocatoria y aporte para los principales actores sectoriales. Ejemplos de ello son los avances en materia de edificación sustentable y productividad.
Actualmente cuenta con 26 socios, entre los que se cuenta la Asociación de Oficinas de Arquitectos. En estos años, el desafío es y ha sido siempre ir más allá de lo coyuntural, definiendo una agenda trascendente para el país. Gracias a la colaboración de sus socios y profesionales, se ha transformado en una entidad que sirve de apoyo al desarrollo de la industria, a su capacidad de innovar y ser competitiva.
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Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.