Italinnea, una empresa chilena dedicada a la importación de productos de terminaciones para la construcción celebra 34 años de trayectoria en el mercado nacional.
Fundada en noviembre de 1989, la empresa nació como una asociación familiar entre Alejandro Valdés Bucheli, su padre Manfred Remmele y su madre Elizabeth Bucheli, quienes decidieron emprender en el sector de la construcción importando productos relacionados con las terminaciones.
En este proceso, Alejandro Valdés Bucheli aprovechó sus conocimientos que había obtenido durante los 10 años que estuvo trabajando para una empresa del rubro de los sanitarios, griferías y cerámicas, así como una valiosa red de contactos con arquitectos.
Los primeros años de Italinnea estuvieron marcados por los desafíos propios de una empresa que parte desde cero. Con una pequeña oficina en el Barrio Bellavista, el equipo contaba únicamente con una idea innovadora y el respaldo de algunos contactos de arquitectos que confiaron en la nueva propuesta de quincallería de Italinnea. Rápidamente, la empresa logró posicionarse y se trasladó a un local ubicado en Gerónimo de Alderete 1457, comuna de Vitacura, donde hoy se encuentra su casa matriz.
Desde sus inicios, Italinnea supo interpretar las necesidades del mercado: ofrecer quincallería de alta calidad con diseños modernos y a precios competitivos. Estableciendo como pilares fundamentales la calidad, el diseño y el cumplimiento de las promesas hechas a los clientes, enfocándose en brindar un servicio profesional y una eficiente posventa.
“Teníamos totalmente claro que lo que queríamos era hacer negocios de manera correcta con nuestros clientes y ser iguales con nuestro personal; esto se mantiene a fuego hasta el día de hoy y es lo que estamos transmitiendo a la nueva generación, que es mi hijo mayor Alejandro, que ya está con nosotros hace más de un año en la empresa, y próximamente llegará nuestro hijo del medio, Joaquín”, comentó Alejandro Valdés Bucheli, gerente general de Italinnea.
Manteniendo la formación que sus padres le inculcaron, Alejandro Valdés ha guiado a la compañía con políticas de austeridad. “Todo lo que hacemos, lo hacemos con capital propio, lo que nos ha permitido sortear con éxito todas las crisis económicas que ha habido a nivel mundial y en Chile. El estallido social, la Pandemia y ahora los problemas a los que está enfrentado el rubro de la construcción”.
Uno de los mayores logros de Italinnea en estos 34 años ha sido la búsqueda constante de nuevas líneas de productos y tendencias internacionales, lo que ha llevado a la empresa a convertirse en un líder en calidad y diseño en Chile. Este enfoque ha consolidado a los arquitectos como los principales clientes y aliados estratégicos de la compañía familiar.
Italinnea es uno de los auspiciadores más antiguos de la Asociación de Oficinas de Arquitectos, manteniendo una relación comercial por más de 13 años continuos. “Cuando conocimos a la AOA el año 2010, pensamos que esta era la asociación perfecta a la cual nosotros podíamos apoyar y colaborar porque lo vemos como un win-win”, mencionó Alejandro Valdés Bucheli.
Hoy en día, Italinnea sigue comprometida con su visión de hacer negocios de manera correcta, manteniendo la orientación al cliente y la profesionalidad que la caracterizan, mientras se prepara para la transición hacia una nueva generación con la incorporación del hijo mayor, Alejandro Valdés Balmaceda, y próximamente de su hermano Joaquín Valdés Balmaceda.
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