Ignacio Hernández
Past President de AOA.
El Mercurio
Si bien existe el prejuicio de que la industrialización afecta o limita el diseño, hoy el sector residencial urbano y rural se alza con grandes expectativas. Sin embargo, existen variados ejemplos de proyectos realizados con este sistema.
En Chile, la construcción modular presenta un gran desarrollo y penetración, y la minería ha sido el gran catalizador de esta industria debido a la enorme dificultad que supone construir en altura y en condiciones climáticas extremas. Ejemplo de ello es el Campamento Pérez Caldera (Minera Los Bronces) en la cordillera de los Andes, con edificios de hasta siete pisos íntegramente desarrollados en base a módulos.
En el plano residencial, especialmente de segunda vivienda de alto estándar, está siendo cada vez más utilizada y requerida. ‘Se ha consolidado de gran manera, con productos de alta calidad técnica y sofisticados diseños, con algunos destacados arquitectos como Felipe Assadi y Mathias Klotz’, señala Ignacio Hernández, past president de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA).
Otros proyectos que aplican a este concepto, pues son desarrollados y construidos en base a sistemas altamente industrializados por módulos repetitivos en madera laminada y/o CLT, son el stand de Chile en Expo Milán —hoy montado en Temuco— del arquitecto Cristian Undurraga o las oficinas corporativas de CMPC, en Los Ángeles, de los arquitectos Izquierdo & Lehmann.
‘La gran minería ha sido un factor clave en el desarrollo de la construcción modular en Chile, pero producto de la brecha de productividad de la industria de la construcción y del progresivo avance de industrialización, como la respuesta natural e ineludible para reducir esta brecha, hoy se proyecta al sector residencial urbano y rural con grandes expectativas’, precisa.
Futuro de la industria
Si bien existe el prejuicio de que la industrialización afecta o limita el diseño, Hernández asegura que ofrece grandes posibilidades. ‘Creo que los arquitectos tenemos que incorporar desde la génesis de cada proyecto, la elección y adopción de la materialidad y de los sistemas constructivos de nuestros proyectos, empáticos y respetuosos con el medio ambiente y, en este sentido, tenemos una gran responsabilidad en la elección y promoción, ante nuestros propios mandantes, de sistemas sustentables y de futuro’.
Y es que además del sector residencial de primera y segunda vivienda, que aplica tanto en edificación en altura como en extensión (departamentos y casas), y minería, con grandes ‘hoteles’ en campamentos que son análogos a edificios de viviendas, también está el mercado de oficinas, educación y comercio, condicionado, eso sí, al tamaño de los módulos y su transporte. ‘Puede y debe ser parte de la solución al gran déficit habitacional que se ha generado en la última década’, comenta.
La producción en ambiente controlado (fábricas) versus la producción artesanal ‘en terreno’, que tradicionalmente ocurre en esta industria, conlleva reducción de plazos, incertidumbre en costos y problemas de posventa, lo que constituye una de las ventajas de la construcción modular. ‘Este es un fenómeno universal; la industrialización es el futuro de la industria no solo en Chile y el sistema modular es una de estas versiones de alta industrialización, probablemente de las más evolucionadas y completas’, acota.
Y añade: ‘En el caso chileno se suma nuestra condición de país maderero, con grandes compañías forestales de categoría mundial cuya implementación masiva tiene enormes ventajas en la reducción de la huella de carbono y alta eficiencia térmica además, aunque los sistemas modulares pueden ser también en materiales tan diversos como el acero y el hormigón premoldeado’.
Al respecto, indica que una manera de fomentar la construcción modular en Chile es privilegiando e incorporando índices de eficiencia energética, reducción de escombros, contaminación ambiental y acústica y carbono neutralidad en las metodologías de evaluación y selección de alternativas para usos masivos como la vivienda social. ‘Hoy tenemos un ‘costo oculto’ que no incorporamos en su evaluación y selección’.