Lo objetivo y lo subjetivo en la enseñanza de arquitectura
Por Guillermo Hevia García
Plataformaarquitectura.cl
En la enseñanza y ejercicio de la arquitectura, mucho se discute si es que está es subjetiva y por ende analizable únicamente bajo puntos de vista personales, o es una disciplina objetiva, evaluable en torno a hechos concretos y mesurables.
Es muy común al mismo tiempo, escuchar el “me gusta” o “no me gusta” para validad y poner en valor un edificio o proyecto universitario, olvidando muchas veces, que los proyectos tienen variables tan relevantes como la resolución formal del edificio.
Una vez viendo el examen de un amigo, que era corregido por un destacado profesor, al momento de hacer el comentario de su proyecto y colocar la nota final, hizo un comentario bastante ejemplificador en cuanto a la objetividad de la arquitectura.
Le comento que consideraba que su proyecto era probablemente uno de los edificios más feos que nunca le había tocado ver, y que él jamás haría algo así. Sin embargo, que le colocaría la más alta calificación, puesto que su edificio era finalmente, un buen proyecto de arquitectura. Los aspectos relativos a su emplazamiento, relación y puesta en valor del entorno, resolución del programa o desarrollo técnico y material, eran sobresalientes, lo mismo que la realización de un proceso académico coherente.
El aspecto formal del mismo, era por lo mismo irrelevante para él, y quizás lo más loable de dicha corrección, fue la capacidad de apreciar y valorar, algo que a primera vista, parecía incorrecto.
Lo anterior ponía de manifiesto que la arquitectura se compone de dos entradas, una objetiva y otra subjetiva. Para el caso de la enseñanza, este aspecto subjetivo era quizás más irrelevante, en pos de que los alumnos y luego los propios arquitectos, sean capaces de pensar los proyectos en los que están trabajando y hacer de ellos un proceso coherente, más que escudarse en un talento o buena mano, que disfrace las falencias de un proyecto, lo que no significa, que la variable formal, sea también un valor fundamental de la arquitectura.
Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.