Por Yves Besançon P.
Past president Asociación de Oficinas de Arquitectos
La Tercera
Señor Director:
El arte es una de las más importantes expresiones de un pueblo, una época y un lugar. El arte que se instala en el espacio público es, además, un testimonio de una sociedad o contexto histórico que ha iluminado al artista.
A Mario Irarrázaval, sin duda, lo iluminó el espíritu de unificación y reconciliación que promovíamos en los años noventa. La monumental escultura de Irarrázaval, “Homenaje a la Solidaridad”, instalada en 1995 en Avenida Argentina en Valparaíso, y que fuera quemada en febrero de 2020 por desquiciados, fue destruida y retirada del lugar.
El autor, según declara la autoridad comunal, estaba de acuerdo con la medida por el inminente peligro de derrumbe por lo que dicen, y que no podía repararse. Cabe señalar que la escultura ya no pertenecía a su autor y menos aún a las autoridades que tomaron tan increíble acción: pertenecía a la comunidad y al patrimonio de Valparaíso.
El monumento debía ser reparado y reinstalado en el mismo lugar y aprovechar de haber hecho un proyecto urbano y paisajístico que lo acompañara.
Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.