A fines de mayo viene una nueva fecha del Día de los Patrimonios. Hay edificios y barrios patrimoniales; puede haber ciudades patrimonio. Hay patrimonio natural, patrimonio inmaterial y patrimonio cultural, así como patrimonio de la memoria. Hay paisajes patrimoniales, monumentos públicos que constituyen patrimonio. La paradoja es que desde 2019, gran cantidad de estas realidades patrimoniales han sido atacadas, dañadas o destruidas por nosotros mismos, los beneficiados por ellas.
Pero lo más incomprensible es que hay un proyecto de Ley del Patrimonio donde se define cómo protegerlo y manejarlo, que actualiza el Decreto de 1925 sobre el tema, presentado a la Cámara de Diputados por primera vez en 2019. Luego de largas discusiones en comisiones de Cultura y Hacienda, fue aprobado en marzo de 2022.
Ahora, después de más de un año, duerme en el Senado sin lograr su aprobación y nuestro valioso patrimonio navega a la deriva. Los señores senadores y senadoras tienen el timón de esta ley en sus manos.
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