¿Por qué no hay casa para Cinthia?
Por Yves Besançon Prats
El Mercurio
Señor Director:
La carta de Cinthia (11 de septiembre) no solo parte el corazón, sino que llena de rabia nuestra alma, pero al mismo tiempo, nos interpela para actuar ahora y no continuar callados ante tan injusta respuesta del sistema a su legítimo y ganado derecho a vivir bajo un techo digno con sus tres hijos.
El problema de todas las Cinthias de mi país es que la clase política hace rato que mira hacia el lado y este problema no les interesa. Me da vergüenza que todos los múltiples decretos y leyes que hay para construir y optar a la vivienda sean absolutamente inoperantes, burocráticos y muy lentos. Junto con eso, alcaldes que bajan densidades, excluyen a nuevos habitantes y congelan sectores para evitar la construcción que tanto urge de viviendas sociales.
Las Cinthias no pueden seguir esperando, que los políticos y autoridades despierten, miren a los invisibles, duerman una sola noche bajo el frío y el temor, salgan de sus castillos y cómodos escritorios ahora. Esto es mucho más que 30 pesos y aún estamos a tiempo para reaccionar y resolver con rapidez este problema. Esto es una verdadera emergencia y se requiere de mecanismos para enfrentarla sin demora, con un superministro a cargo, con plenos poderes para que actúe con la necesaria celeridad y urgente eficiencia para evitar una previsible catástrofe humanitaria que nadie parece ver. Así se enfrentó el 27-F y se logró reconstruir el país en cuatro años, hagámoslo de nuevo.
Con 25 años de historia, nos hemos ganado un espacio importante para la representación de los arquitectos en el debate público y frente a la autoridad. Buscamos tener una voz nítida y respaldada técnicamente, queremos llegar con nuestro mensaje a la opinión pública, y ser capaces de construir una red amplia de vínculos con la sociedad.