El anuncio del gobernador Claudio Orrego en el sentido de revivir el proyecto Alameda-Providencia, es una señal que produce esperanza en la revitalización del principal eje conector de la ciudad de Santiago y que sin duda apunta en la dirección correcta y esperada por los santiaguinos: enfocar este proyecto como una medida que producirá la renovación urbana necesaria para cambiar la deteriorada imagen de este noble espacio público.
El proyecto se sostiene en cuatro pilares: el nudo Pajaritos; el nudo Plaza Baquedano; pintar fachadas, arborizar y reconstruir veredas; y construir una ciclovía de alto estándar entre las condes y Maipú. Producirá un puente entre el sector oriente y el sector poniente de Plaza Baquedano, hoy convertida en una frontera que separa la ciudad en dos.
La reformulación de la instancia, además, prioriza la renovación urbana desestimando el corredor de transporte del proyecto original.
Esta unión urbana es una buena señal integradora para nuestra ciudad que hoy está segregada y dividida.
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