1 El liderazgo en un arquitecto o arquitecta es fundamental: la arquitectura es una disciplina que coordina y lidera especialidades. Como líder del propio equipo, hay que ser capaz de exponer y convencer. En mi caso, me siento cómoda liderando desde la empatía y los acuerdos, y los prefiero a la imposición.
2 Fui socia fundadora de nuestra oficina, porque siempre tuve inquietudes personales. Me especialicé en sostenibilidad, un tema que se ha vuelto central en nuestra forma de hacer ciudad. Y me preocupan la arquitectura del paisaje, evaluación inmobiliaria y nuevas tecnologías. El seguir aprendiendo en una educación casi continua ha sido la columna de mi carrera profesional.
3 Las arquitectas aportamos con nuestra mirada. Nuestra visión, distinta y complementaria a la de los hombres, enriquece el trabajo en conjunto: las obras, ciudad y paisaje se ven beneficiados. Hombres y mujeres aportamos percepciones diferentes a un proyecto y lo potenciamos.
4 Existen problemas en nuestras ciudades que ya fueron resueltos con excelencia en otros países hace 40 años. La Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) organiza misiones tecnológicas para aprender de distintas realidades. Escandinavia, que visitamos, es un gran ejemplo. Superaron problemas de tránsito, transporte público, contaminación y falta de áreas de esparcimiento con soluciones aplicables en nuestro país. Fue importante ver en terreno qué y cómo lo hicieron.
5 ‘La arquitectura es el testigo insobornable de la historia’ es una frase notable de Octavio Paz que suscribo plenamente. Los edificios y obras patrimoniales son nuestro ADN arquitectónico, definen nuestra historia. Nuestra obra actual es la evolución de ese pasado, por eso es lamentable su deterioro y pérdida. Como AOA hemos estado trabajando en la Mesa de Patrimonio organizada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, con el objetivo de generar políticas públicas. Es una tarea extensa que necesita recursos y celeridad: se van perdiendo grandes hitos históricos urbanos y de edificación. Como país nos hemos dado cuenta tarde de la importancia de la identidad histórica de nuestros edificios y barrios.
6 Mi padre y mi madre fueron mis grandes influencias como profesionales exitosos. Mi papá me incentivó a dar todo lo que pudiera y fue un pilar fundamental en mi vida. Estuve en un colegio mixto donde las mujeres son figuras potentes, empoderadas, muchas destacadas en distintos ámbitos nacionales e internacionales. Eso te define de por vida.
7 Creo en el liderazgo de equipos basados en la confianza. Conformo equipos a los que les tengo confianza, que me tienen confianza a mí y que la tienen entre ellos. Eso es básico para conseguir buenos resultados. Mentores he tenido de quienes he aprendido mucho, profesionalmente y como personas. Ser mentora de alguien no es algo a lo que se aspire, te transformas en ello por tu experiencia y conocimientos.
Por María Cristina Jurado
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