Señor Director:

En su columna en Vivienda y Decoración de ‘El Mercurio’, el arquitecto Sebastián Gray alude a la reciente Bienal de Arquitectura bajo el título ‘Todo nuevo bajo el sol’. Lo que expresa es parte de lo que allí aconteció en los nueve días que permanecieron los efímeros pero magníficos pabellones, ubicados en pleno barrio cívico, símbolo del poder político, económico y social.

Lo que también es nuevo bajo el sol es el denunciante contraste de la instalación de los cuidados y atractivos diseños de los espacios para la Bienal, armados allí como denuncia ante la degradante situación de nuestro espacio público y a metros de los cientos de precarias carpas instaladas en medio de la principal arteria de nuestra ciudad capital.

También es nuevo bajo el sol el que esta Bienal se logró gracias a la extraordinaria gestión y trabajo de los arquitectos Loreto Lyon y Cristóbal Molina y al apoyo y financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, lo cual se reconoce y agradece. Lo anterior refuerza la urgencia de contar con una Ley de Fomento de la Arquitectura como la hay en España, Francia y otros países para que la organización de eventos como bienales, seminarios y difusión de nuestra arquitectura, tenga el carácter de un bien de interés general tanto dentro del país como internacionalmente.

No sigamos postergando la pronta tramitación de una Ley de Fomento de la Arquitectura, para así lograr mejores edificios públicos y privados, de vivienda o equipamiento, construyendo el patrimonio arquitectónico y urbano del futuro con la calidad que nuestras ciudades y barrios requieren y merecen.