Trabajos en Ñuñoa
Por Rodrigo Searle
Director de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA)
La Segunda
Señor Director:
Hace ya un mes que el alcalde de Ñuñoa, con el apoyo de su Concejo, emitió un decreto que incluye un artículo transitorio para limitar el funcionamiento normal de las obras en construcción a un horario restringido desde las 8:30 hasta las 14 horas. Esto, mientras se mantenga vigente el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, y supuestamente para resguardar la tranquilidad de la comuna y sus habitantes, algunos de los cuales deben hoy teletrabajar desde sus casas.
La medida, si bien cuenta con la aprobación de buena parte de los vecinos, perjudica aún más al rubro de la construcción y la generación de empleos, especialmente afectados durante los meses de confinamiento.
Es un buen ejemplo de cómo se encuentran aquí intereses diversos: por una parte, las constructoras de estas nuevas obras, sus trabajadores y familias que dependen de estos empleos, también los compradores y futuros habitantes de los edificios; por otra, personas que ya viven en la comuna y ven como una amenaza la llegada de otros a su barrio.
Olvida el alcalde que la ciudad es de todos y la comuna no solo pertenece a quienes ya viven en ella. Las decisiones circunstanciales de un Concejo no debieran quedar nunca sujetas solo a los intereses locales, más aún cuando sus autoridades pueden verse inclinadas hacia favores electorales basados en que aquellos que votan son quienes ya viven en la comuna y no quienes van a llegar.
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