29 de abril de 2013

Transparencia urbana

Por Julio Poblete

Arquitecto

La Tercera

Grande fue la polémica por el tema del avance de la reconstrucción. Muchos cuestionaban las cifras oficiales y pedían en general más acceso a información oportuna. Incluso, ameritó una interpelación en el Congreso Nacional. Esa coyuntura obligó al Ministerio de la Vivienda a redoblar esfuerzos para contar con información más completa, oportuna y confiable respecto del avance de la reconstrucción.

Este episodio, que podría quedar como capítulo aislado, lo considero un aprendizaje que será fundamental para lo que viene: dar respuesta a una creciente demanda por información, ya no sólo de subsidios, sino de decisiones de planes reguladores, permisos de edificación y proyectos de inversión en las ciudades.

En la última evaluación nacional realizada por el Consejo para la Transparencia, el sector vivienda aparece como el tercero más demandado por consultas ciudadanas, después de Educación y Salud. Probablemente, este aumento en el interés ciudadano por este sector fue motivado, en parte, por el tema reconstrucción, como también lo señala el mismo informe del Consejo. Sin embargo, la relevancia de los temas que están en juego en la ciudad y que penden de la concreción de proyectos o dictación de normativas urbanas hace que este ascenso sea sólo el comienzo de una tendencia creciente.

Nuestras instituciones, especialmente a nivel municipal, no están preparadas, ni en medios tecnológicos ni humanos, para poder atender a esta demanda por conocer temas que hasta hace poco nadie conocía o hablaba. Más aún, la evaluación que uno puede desprender de datos del mismo Consejo para la Transparencia es que los organismos centrales son bastante más “transparentes” que los locales.

Asimismo, y en atención a las nuevas demandas de información, es claro que instituciones como el INE, reservorio de las estadísticas nacionales, debiesen ajustar ciertos parámetros de recolección y entrega de información que permitan a la gente, a los técnicos, y a quienes diseñan las políticas públicas, entender mejor lo que está pasando con las ciudades chilenas. Para lamento de todos, hoy no contamos con estadísticas agregadas y completas a nivel de ciudad; seguimos recibiendo información a nivel de comuna o distrito censal. Las ciudades hace rato que son intercomunas (Santiago, Concepción, Viña-Valparaíso, Temuco, Talca, Iquique, etc.); sin embargo, eso aún no ha sido internalizado por el sistema.

Las demandas por información urbana no sólo requerirán que se trabaje en generar nueva información y se preparen los estamentos para atenderla, sino que es altamente relevante poder profundizar en la convicción del funcionario respecto del valor y la importancia del acceso a ella, y de parte del ciudadano, de la potente herramienta que tiene a su haber.

La transparencia urbana será fundamental para la planificación y desarrollo de mejores ciudades, para fortalecer a las organizaciones ciudadanas comprometidas con la calidad de vida y para que en un inicio, apoyándose en su aprendizaje institucional, sea el Ministerio de Vivienda desde el nivel central el que siente precedentes y estándares de entrega de información urbanística, hoy todavía esquiva y dispersa.

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